22 de septiembre de 2010

Maldita suerte


Los lamentos se oyen desde su cuarto. Ansía ir a ayudarla, pero se siente impotente. Esos gemidos ahogados que le llegan por lo bajo son de lo más escalofriante. Ansía postrarse frente a ella, abrazarla y consolarla, pero no tiene palabras. Teme quedarse en blanco delante de ella y hacerle ver que no hay esperanza ni solución posible con su doloroso silencio.

Todo cambia en esta vida. Un día eras feliz y al día siguiente, desgraciado; un día eras rico y otro, pobre; un día eras virgen y otro, violada… Ya había pasado la peor parte o estaba por venir? Adriá estaba seguro de que jamás se atreverían a volverla a mirar a los ojos ninguno de sus compañeros de clase, sólo sus compañeras la apoyarían en aquello.

Había pasado una mala noche, preocupado por ella, pero su noche había sido mucho peor que la de él. En la negrura sintió susurros entre los árboles del jardín, murmullos inquebrantables que a pesar de ser ininteligibles, decían cosas aterradoras; se burlaban de él. Las sombras se tragaban todo lo malo, ¿por que no hacían lo mismo con aquello?

Ella no había salido de la habitación en todo la noche, ni siquiera Adriá percibió movimiento alguno en su cuarto. Seguro que seguía tirada en la cama, encogida en posición fetal, tal y como él la había dejado. Casi la asesinan y aún le cuesta pensar en alivio y positivismo. En su corazón todo era escalofríos y terror… Pero estaba dispuesto a cambiarlo de una vez por todas.

4 comentarios:

  1. mmm...texto duro, eh?
    yo para rebajar tanta tristeza, como ves, hablo de bugs bunny!:)
    muá

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  2. En un segundo puede cambiar tu vidas para siempre. No siempre estamos preparados para lo malo.

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  3. Lo bueno es que tiene decidido cambiar todo, aunque le cause tanto sufrimiento.

    Besos!

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